Hola, ¿ya llegó a su casa?... ¡No! ¿Todavía en el trabajo?... Bueno… pero por mas duro que sea o haya sido el día… es hora de sentarse en el sillón que mas le gusta… y descansar un poco…
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Pensar ayuda a relajarse… ¡y recordar también!…¡Déle!... sáquese los zapatos y cierre los ojos… Nosotros los ayudaremos con poesías, cuentos, aguafuerte, comentarios

jueves, 14 de enero de 2010

¡Otra Vez!

Marcelo Corrales

¡Otra vez ocurrió!, cuando no es el imperio que acepta que los mercaderes de esclavos los cacen y los traigan desde el África, son los terribles dictadores que matan, roban y destrozan todo. Y si no son ellos es la terrible iglesia tanto católica como los ritos africanos que sojuzgan a la poblaciones hasta límites indescriptibles; y sino aparecen los imperialismo del siglo XX y XXI que los siguen hambreando, torturando y matando. Y cuando todo está mal, la ONU manda cascos azules y a las ONG de los países centrales para hacer como si.

Y todos ellos no alcanzan para destruir al pobre pueblo de Haití entonces aparece la naturaleza y les clava un terrible terremoto que destruye casas, edificios públicos, servicios públicos y todo lo que encuentra en el camino.

Pero lo peor es que mata a mas de cien mil personas, si lo que lee, cien mil personas y otros cientos de miles han resultados heridos. Y Casi tres millones de personas se han visto afectados por el terremoto.

Este terremoto es lo último de una serie de desgracias naturales que han ocurrido en Haití. Las terribles tormentas tropicales, huracanes y afines que azotan esa zona todos los otoños.

Ahora bien usted dirá, ¡mirá que mala suerte tienen estos pobres tipos!; que encima de ser uno de los países mas pobres del mundo ahora sufren terribles fenómenos naturales.

Puede ser que los pobres haitianos anden con el pie izquierdo o que no hayan tocado madera o lo que es peor no hayan encontrado conejos para sacarles las patas. Puede ser que la suerte que es grela, como dice el tango, no los tenga en cuenta. También puede ser que el azar no esté con ellos.

Pero lo que estoy seguro es que los hombres ricos, los países ricos, los países poderosos han esquilmado y luego abandonado a su suerte al pueblo haitiano.

Los países poderosos han dejado que los terribles dictadores hayan gobernado el pequeño país caribeño, haciendo negocios con ellos y luego “yo no vi nada”, “yo no tengo nada que ver”, “la culpa es de los pobres caribeños que no han sabido salir adelante”.

Patrañas y solo patrañas, han sido los poderosos los que han convertido a estos paraísos de lugares desgraciados.

Claro, siempre estará quien diga que solo ha sido una terrible situación natural y contra eso no hay nada que hacerle. Mentiras y solo mentiras, desde hace mucho tiempo países que tienen riesgos de terremotos y daños materiales, han construido casas antisísmicas, han pensado en los fenómenos naturales y saben sobrevivir a ellos construyendo ciudades y refugios para la contingencia.

Pero eso ocurre en los países poderosos o en vecinos de Haití, que son pobres pero dignos.

Es hora que el mundo ayude a los pobres haitianos; y los ayude no solo con pequeñas cosas para salir del paso, sino con un proyecto integral que les permita salir del fondo del tacho y convertirse en un lugar digno para vivir.