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jueves, 4 de marzo de 2010

Los presidentes sudamericanos y los dirigentes Argentinos

Marcelo Corrales

Los días transcurren agitadamente en esta parte del planeta. Mientras nuestros hermanos chilenos sufren uno de los terremotos mas grande de la historia, con tsunami incluidos, en la Argentina los políticos de un lado y otro se despedazan sin ton ni son, solo por una porción de poder de tamaño dudoso.

Asimismo siguiendo hacia el este, Uruguay tiene nuevo presidente y el histórico dirigente Pepe Mujica asumió el poder en Uruguay, comenzando así el segundo mandato presidencial del Frente Amplio, este segundo un poco más a la izquierda pero sin ninguna intención de sacar los pies del plato.

Entonces, poco a poco el panorama presidencial de Sudamérica se va completando, por lo menos por este año.

Por un lado están aquellos presidentes que vienen de una larga tradición de lucha y desde la izquierda más radicalizada, pero que en general llevan adelante modelos mas o menos desarrollistas y mas o menso keynesianos en lo económico y avanzan por la justicia social. En este arco están Lula, Morales, Mujica, Correa, Lugo, Chávez, Cristina Fernández y por el otro lado sectores mas ligados al neoliberalismo como el caso chileno, Uribe y Alan García.

Tanto en Venezuela, cuanto en Argentina, la lucha es despiadada contra las figuras presidenciales, en los otros países la situación es mas calma o las luchas son mas civilizada si se quiere, por lo menos en el último tiempo, por que Morales debió resistir un intento de golpe de estado por parte de los dirigentes de las provincias del este Boliviano.

Por supuesto que a uno le gustaría tener algún presidente como Lula, o como Mujica o como pero en la Argentina tenemos esta cochambre (diría Serrat) de buscadores de otro en los bolsillos de otros y por el momento parece que no tenemos otra salida.

Envidia da ver convertirse a Brasil en una potencia mundial o hablar de analfabetismo cero en Bolivia, a pesar que aún no han podido quebrar las terribles desigualdades que hay entre los más ricos y los mas pobres en ambos países.
Pero el Muro de Berlín cayó y a pesar de los nostálgicos el mundo es unipolar y las luchas populares son muchos mas difíciles y los avances son cada vez mas lentos.

Aún así da gusto ver a Galeano y a los Olimareños estar junto a un luchador de toda la vida en Uruguay y ver caminar a sus presidentes tanto el saliente como el entrante por la calle junto a sus esposas mientras los custodios matean.

Nosotros de este lado del Río de la Plata estamos enfrascados en una lucha superestructural entre diversos sectores, que no nos está permitiendo avanzar ni un paso. Lo poco que se ganó después del dos mil uno se va perdiendo por las luchas estúpidas de dirigentes que realmente no son nada, ni nadie.

Dirigentes que están allí solo por que una generación de verdaderos dirigentes e intelectuales fue barrida del mapa por la dictadura militar, a través de la muerte, la tortura, la cárcel, el exilio o simplemente el silenciamiento.

Y acá están los resultados, no tenemos ni dirigentes políticos, ni empresariales, ni dirigentes académicos (se acuerda cuando la última elección de la Universidad de Rosario se dirimió con la barra brava de Newels golpeando frente a la facultad de Ingeniería). Vea no tenemos ni dirigentes de fútbol.

Es que en medio de todo este desaguisado la fábrica de cuadros de la sociedad, que es la Universidad, está al borde de la destrucción o se ha volcado directamente a formar dirigentes neoliberales. Y son estos dirigentes los que tomaron la posta, con el resultado a la vista.

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