Todo en su lugar

Marcelo Corrales

Solo una somera lectura de títulos de diarios, revistas y portales de Internet nos devuelven a los mismos lugares que siempre creemos que están superados. Políticos locales hablando pequeñeces, pero jamás presentando un programa estratégico, periodistas locales ocupados en defenestrar al gobierno en pos de intereses personales y de las empresas para las cuales trabajan. Es decir una real porquería.

A nivel internacional sigue lo mismo, países pobres que luchan por sobrevivir, crisis en algún lugar del planeta que seguramente será usada como excusa real o ficticia para destruir los ya raídos bolsillos de los trabajadores de cualquier lugar del mundo.

Es decir, todo tiene a cambiar poco. El neoliberal mundo globalizado post revolución cibernética nos está sacando canas verdes y no nos deja vivir ni un segundo en calma.

Ahora es la crisis de Grecia y cuando termine será la de Tanganika, siempre habrá una crisis y nosotros seguiremos subiendo nuestro stress hasta que reventemos.

Es que señores las crisis son inherentes a este sistema capitalista, neoliberal y globalizado. Cada vez habrá mas y mas crisis, y el poder y el dinero se ira concentrando poco a poco en cada vez menos manos.

Sino vea cuantos bancos cerraron luego de la crisis mundial de las hipotecas en el mundo.

Más gráfico sería hacer un poco de historia, cuanto treinta o cuarenta años y remitirnos a nuestro país y ver cuantos bancos, o cooperativas de crédito había. O cuantas exportadoras de cereales nacionales había; o recordar que en cada ciudad o pueblo había una pasteurizadora de leche y quesería. Había un dueño de diario o radio en cada pueblo, ahora todos es de unos pocos.

Ahora está todo en un puñado de manos, sea el rubro que sea. Y esa es la idea, que pocos tengan todo y el resto que se vaya embromando de a poco.

Y para que ello ocurra es obvio que algún día empezaran a sobrar gente en todos lados. Y será esa gente la que siga poblando los suburbios de se los grandes centros urbanos, expulsado de las fábricas cerradas o de las grandes extensiones de tierras que solo unos pocos poseen.

Entonces uno se puede ir a dormir por un largo tiempo, puede invernar como un osos y algún día volver a aparecer y se dará cuenta que lo único que cambió es que hay mas pobras, mas excluidos, menos dueños de fábricas, en suma mas y mas pobreza.

Ya es hora que empecemos a darnos cuenta que debemos construir otras alternativas para que las pequeñas y medianas empresas, las pequeñas explotaciones agrícolas, las economías regionales florezcan y con ellas la libertad de prensa y no la libertad de dueños de medios de comunicación.