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martes, 13 de octubre de 2009

El museo Hippie

Marcelo Corrales

El fin de semana largo, estuvimos en Córdoba, mas precisamente en San Marcos Sierra, lugar que como muchos de ustedes sabrán fue unos de los primeros asentamientos Hippies de la Argentina.

Aún quedan en él muchos de aquellos hippies que llegaron en la década del sesenta y del setenta, escapándole a las grandes ciudades, al consumismo, al smog, a la represión, a los militares y apostaron a una nueva vida en lugares como este o como el bolsón.

De aquella época también queda en San Marcos un Museo Hippie, que lleva adelante Daniel Domínguez.

Con Ada Cavalli nos dimos una vuelta por allí y además de escuchar a Domínguez durante unos cuarenta y cinco minutos, pudimos ver diferentes objetos que tal lo explica Daniel hacen que ese lugar sea un verdadero museo. Tal un disco casi inédito de los Beatles o una guitarra que perteneció a Tanguito o una obra de arte de Marta Minujin.

No será este un comentario condescendiente con el movimiento hippie, a esta altura ya sabrán que mi pensamiento está un poco lejos de aquellos que creen el la paz a ultranza, que tienen como ídolo a Gandhi o que creen que la solución a los problemas es aislarse en pequeñas comunidades para desde allí ir a un mundo mejor.

No es mi posición aquella que habla de los pequeños fueguitos que hacen uno grande. Es mas creo que hasta esta altura ya necesitamos una hoguera para terminar con los problemas nacionales.

De todas maneras es obvio que va todo mi respeto para aquellos que han sabido sostener su idea y llevarla acabo, a pesar de todas las circunstancias negativas y en algunos casos terribles que han sufrido por pensar de manera diferente. Por lo que es obvio que va todo mi respeto para Domínguez y su gente que han luchado y resistido a la globalización con todas sus fuerzas.

De todas maneras el mismo planteó que para poder cambiar la ley que no permite minas a cielo abierto en Córdoba hubo que juntar dos millones de firmas, realizar movilizaciones en la ciudad de Córdoba y todo lo demás que el mismo nos contó.

El mismo nos relató que fueron las movilizaciones las que cambiaron la ley que hoy gozan los cordobeses empujados por su vanguardia que son los viejos o antiguos o actuales (como usted o como ellos quieran denominarse) hippies.

También de su relato se desprendió que para mejorar la vida en San Marcos y parar la globalización en aquellos tuvieron que proponerse en las elecciones de San Marcos y tomar el control del lugar (democráticamente…. Obviamente).

Esto es para pensar que aquellos románticos pacifistas que creyeron que Gandhi, con su actitud, logró la liberación de la India sin derramar una gota de sangre, no estuvieron en lo cierto.

La India casi inmediatamente de independizada, sufrió una terrible guerra civil que derivó en un millón y medio de muertos y la división de la India entre la India propiamente dicha y Pakistán, lugar este último donde los musulmanes se refugiaron (o los expulsaron).

Es la lucha constante, obviamente que los hippies de San Marcos llevan adelante, es la movilización y es la construcción de una alternativa nacional para que este país cambie y entre otras cosas la ecología, la libertad, la igualdad entre los hombres y las mujeres puedan llevarse adelante.

Opción que no podrá hacerse con sectarismos, sino con la unión de todos aquellos que creen en una sociedad distinta, seamos pobres, hombres, mujeres, negros, blancos, indios, amarillos, hippies, judíos, musulmanes, católicos, protestantes, ateos, comunistas, heterosexuales, homosexuales, lesbianas o cualquier otra minoría sexual, racial, ideológica.

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