ESTAN EN BOLAS

ESTAN EN BOLAS
El economista ortodoxo Miguel Angel Broda comentaba:
Los Estados Unidos y los países europeos actuaron con "audacia y rapidez" para enfrentar la crisis. "El mundo, sobre todo en lo financiero, está en un progresivo derretimiento. Pero sin embargo, la reciente y masiva acción coordinada de autoridades monetarias y fiscales en los países centrales, casi me convence: y creo que esto va a lograr que la economía se desacelere, entre en recesión, pero que no caiga en el colapso de los 30", sostuvo el economista a Radio 10.
Broda vaticinó que "la economía mundial va a tener uno o dos años de bajo crecimiento" y opinó que "en los momentos de crisis hay que tirar la ideología por la ventana y ser lo más pragmáticos posibles.
Recomendó en la Argentina "organizar un control de crisis, con los mejores especialistas que tenemos, y obrar en consecuencia

Nuestro querido Domingo Cavallo a través de su blog, reclamó aplicar
"una política monetaria anti-inflacionaria, como la que viene aplicando Brasil desde 2003: muy diferente de la que aplicó nuestro país. Si no hace esto, no podrá evitar una fuerte devaluación del peso con un fuerte impacto inflacionario", sentenció Cavallo.
El creador de la Convertibilidad cuestionó a "muchos industriales y algunos dirigentes agropecuarios, especialmente aquellos que no quieren mostrarse a favor de la libertad económica” que piden que les dejen aumentar los precios a través de la devaluación del peso".
"Si antes no se corrigen los desequilibrios creados por el atraso en las tarifas de los servicios públicos, por los controles de precios de los alimentos y por las retenciones, además del efecto directo sobre la inflación de los precios de aquellos bienes que están atados al dólar, se acentuará el fenómeno de inflación reprimida y, por consiguiente, el riesgo de que en algún momento se produzca un efecto resorte, tipo Rodrigazo", subrayó.

Mientras tanto el inefable Mariano Grondona decía:
La historia muestra, pues, que no hay una sino dos manos invisibles. En tiempos que consideraríamos normales, cuenta la mano invisible que describió Smith. Pero en tiempos de crisis cuenta la otra mano, la mano de Keynes. Por eso en estos días predomina en vez del mercado el Estado, que está gastando ingentes recursos para prevenir la recesión. Keynes suponía que, pasada la crisis, el Estado cedería otra vez su lugar al mercado. Quizá no previó que, una vez que se enciende su gusto por el poder, el Estado no se retira fácilmente de la escena y da lugar, en vez de la recesión, a la inflación. Es que tanto el mercado como el Estado son, después de todo, humanos y, como tales, imperfectos, siendo nuestro destino oscilar del liberalismo al estatismo y viceversa, según pasan los años

A todo esto El diario Clarín el domingo comentaba:
La cúpula del poder mundial está desconcertada. No sabe qué hacer para frenar el pánico financiero que ahora amenaza con convertirse en una depresión económica. “Están en bolas. En serio. Se les nota en la cara”, se sinceró un asesor de la delegación argentina que vio a los ministros de las principales potencias en las reuniones cerradas de ayer. Lo mismo notó otro funcionario que entiende alemán y escuchó las expresiones de la delegación teutona que pernocta en el lujoso hotel Fairmont, el mismo que usa Martín Redrado. En América Latina también hay indigestiones y estrés entre los economistas. El presidente del Central mexicano, Guillermo Ortiz, dio cuenta de ello al terminar una conversación telefónica con el DF donde le informaron que las grandes industrias de su país (y no sólo los bancos) también habían jugado fuerte en la timba de las hipotecas norteamericanas y empezaban a sentir el golpe. No bien colgó, hizo una pausa de dos segundos, miró a todos los presentes y antes de irse soltó: “¡La puta madre!”.

Para completar este potpurrí de comentarios seria bueno repetir algunos comentarios que Lanata recordaba en Critica Digital el domingo:

“Más grave que asaltar un banco es fundarlo.”
Bertolt Brecht, en La ópera de los tres centavos.

“Yo creo que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que los ejércitos permanentes.” Thomas Jefferson, presidente de los Estados Unidos.

“Al capital le horroriza la ausencia de beneficio. Cuando siente un beneficio razonable, se enorgullece. Al 20% se entusiasma. Al 50% es temerario. Al 100% arrasa todas las leyes humanas y al 300% no se detiene ante ningún crimen.” Karl Marx.

“Yo tengo dos enemigos: el ejército sureño en el frente y los banqueros en la retaguardia. De los dos, el de la retaguardia es mi gran enemigo. (…) Las corporaciones han sido entronizadas, sobrevendrá una era de corrupción a altos niveles. El poder del dinero en el país se esforzará por prolongar su reinado trabajando en perjuicio del pueblo hasta que la riqueza sea concentrada en las manos de unos pocos y la república será destruida.”
Abraham Lincoln, presidente de los Estados Unidos.

“Amigos, vayamos al grano. El mayor robo en la historia de este país se está llevando a cabo mientras usted lee esto.” Michael Moore.